Si bien pudiera no interesarme este tema de gran difusión y debate, ya que como suele decirse "ya yo estudié". Creo que algunas experiencias personales, junto con un estudio que en una oportunidad tuve que realizar sobre las estadísticas del perfil de los estudiantes de nuevo ingreso a la Universidad de Carabobo, y algunos principios de teoría económica. Me pueden permitir dar una opinión bastante objetiva e imparcial sobre este tema que resulta de trascendental importancia para el país.
En lo personal he tenido la oportunidad de experimentar las diferentes aristas de la educación en Venezuela; desde una educación privada privilegiada, pasando por un régimen de educación militar, hasta la educación pública. Claramente existen diferencias significativas entre ellas, algo que a mi criterio es el punto neurálgico del problema que se debate.
Lo que bien pudiera ser un juicio de valor se reviste de objetividad tras realizar un estudio para 4081 estudiantes de nuevo ingreso de la Universidad de Carabobo. Según este estudio solo el 2% de los estudiantes de nuevo ingreso a la Universidad provenían de estratos de altos ingresos económicos. Sin embargo, solo el 5% correspondían a la "clase marginal" y un 33% a la "clase obrera". Esto refleja que el 60% de los estudiantes de nuevo ingreso corresponde a la clase media (clase media baja y clase media alta).
Esto permite concluir y presumir lo siguiente: en primer lugar, concluir que es falso que la Universidad pública alberge mayoritariamente a sectores de altos ingresos ("oligarcas" “burgueses”) en detrimento de los de menores ingresos. Al mismo tiempo es cierto que tampoco da cabida a los sectores más humildes.
A partir de acá y con base en mi experiencia personal, podemos presumir que una de las razones de esto se encuentra en la educación previa a la universidad, particularmente la educación media; la educación secundaria que recibe las clases medias versus la educación media que recibe las clases humildes. Asumimos que las clases medias reciben mayoritariamente algún tipo de educación privada (o al menos tiene acceso a ella) mientras que las clases humildes asisten a instituciones públicas.
Puedo recordar mi experiencia en un liceo público: las decenas de horas perdidas en materias tan importantes como física, química, matemática, ingles, castellano; la falta de suministros en laboratorios; el desinterés de profesores, padres, representantes y de los mismo alumnos; la facilidad para obtener un 10 en cualquier materia estudiando solo un poco o sin estudiar nada, haciendo alguna actividad extra como una cartelera. Todo esto contrastado con la buena y costosa educación privada (no me refiero acá a la educación privada en instituciones de segunda o las orientadas a recibir y graduar "repitientes"); con horas extras de matemática e ingles, modernos laboratorios, preocupación e interés de padres, dedicación de profesores, e innumerables horas dedicadas al estudio para aprobar una materia.
Así pues, no hace falta ser un genio para observar como existe un problema de desigualdad de las condiciones en las que "compiten" los estudiantes del último año de educación media por los cupos de las universidades.
Tampoco es difícil entender que el problema surge en la medida en que hay más demanda que oferta. Es decir, lo cupos disponibles no alcanzan para todas las personas que quieren ingresar en el sistema público de educación superior. En condiciones de mercado este problema se soluciona aumentando el precio de los cupos, lo cual reduce la demanda solo a aquellos que puedan pagar el nuevo precio. Esto a su vez, en el largo plazo, incentiva crear nuevas "cantidades" con lo cual en forma optima se aumenta la oferta y se reduce el precio a un punto de equilibrio. Lo anterior claramente ha sucedido y se observa en la creación de nuevas universidades privadas y en la ampliación de otras, y en el sistema público en la mayor competencia entre aspirantes y dificultad de las pruebas.
Sin embargo, existe el compromiso de la sociedad de proveer una educación pública gratuita. En este sentido, el Estado ha estado haciendo esfuerzos por ampliar la oferta de esta (Universidad Bolivariana, UNEFA) y priorizar la entrada a las clases populares. Siendo aun insuficiente lo primero y nada equitativo lo segundo.
En economía, este problema es conocido como “problema de información asimétrica” y en esa línea constituye un problema de selección adversa. Déjenme citar el ejemplo del “mercado de limones” de George Akerlof para ilustrar mi punto: La gente que compra automóviles usados no sabe si son "limones" (automóviles malos) o "cerezas" (automóviles buenos). Los vendedores, por otra parte, sí tienen esta información. A un precio dado los vendedores estarán más dispuestos a vender "limones" que "cerezas", guardando los automóviles buenos para ellos. Así, los compradores aprenderán a suponer que todos o casi todos los automóviles usados son "limones". Esto deprime el precio de los carros usados, de tal forma que más "cerezas" se mantienen fuera del mercado. El mecanismo del precio falla en mantener los "limones" fuera del mercado, incluso en un mercado competitivo. Por el contrario, ellos dominan el mercado. (Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/Selecci%C3%B3n_adversa")
Las universidades deben elegir a un grupo de nuevos estudiantes de un universo mayor. Deben elegir a los mejores y esto debe hacerse con base en criterios objetivos debido a que la universidad no sabe cual es un buen estudiante y cual no. Esto hace imprescindible algún tipo de prueba, algún tipo de medida que inevitablemente será excluyente. Debe pues, tratarse de tener en el campus a las cerezas y fuera de el a los limones.
El Estado por su parte, debe preocuparse por que existan más cerezas (estudiantes buenos) y menos limones (estudiantes malos). Esto se logra mejorando la educación preescolar, primaria, secundaria y diversificada. Reduciendo la brecha entre la educación que recibe las clases medias y las clases humildes, igualando las condiciones, promoviendo la competencia.
jueves, 3 de abril de 2008
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1 comentario:
Una buena explicación económica licenciado.
Pero, si bien es cierto que hablamos netamente del asunto de las pruebas internas, está muy relacionado a ello el asunto de lo que llamamos dentro de la Universidad "la corrupción de cupos"... Ahí ya deja de impotar si eres limón o cereza, sólo importa tu capacidad económica para la obtención de un cupo limitando así la entrada de potenciales cerezas a la educación superior.
Objetivamente, cómo estudias eso? cómo lo detienes?, cómo lo eliminas?...
Creo que la prueba interna está bien (salvo por el costo; no debería ser pago considerando que las Universidades - al menos la mía - ya tiene un presupuesto destinado para ello; y, además limita la oportunidad para los estratos sociales más pobres. Ud.conoce varios casos de ello, o no?) pero hace falta algo más. Un filtro más, posteior a la prueba interna.
Ella - la P. Interna - no es suficiente. Necesaria, pero insuficiente. Y sólo con ese método no basta para realmente filtrar la entrada de limones o cerezas. (Soy testigo de ello, al menos en mi Universidad)
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